El desgaste del diente como el de cualquier material es inevitable, lo que exige una diferenciación individual, todo ello en base a nuestra biología dental y personal.
La atricción dental fisiológica es la pérdida progresiva y fisiologíca del tejido duro (esmalte) por contactos diente a diente durante la función correcta de masticación. Provoca un desgaste de las piezas dentarias por el roce de un diente con otro cuando se ponen en contacto.